Una gran parte de nuestro sistema inmunológico reside en el revestimiento del tracto gastrointestinal. De hecho, el tejido linfoide asociado al tubo digestivo o GALT (Gut Associated Lymphoid Tissue) es considerado como nuestro órgano inmune más grande y está allí para protegernos de agentes externos y potencialmente dañinos a los que estamos expuestos, pero también para tolerar los alimentos que comemos.
Normalmente el GALT en los individuos sanos no activa una respuesta inmune contra los alimentos y la producción de anticuerpos se mantiene regulada. Este estado activo de "falta de atención" inmune se considera como el modo saludable normal y puede denominarse tolerancia oral. Cuando este estado de tolerancia se ve comprometido, quizás debido a variaciones en la dieta, los factores ambientales tóxicos o el uso de antibióticos (que pueden alterar el equilibrio de los microbios en nuestro tracto gastrointestinal), se pueden producir una cascada de eventos inmunológicos, donde el GALT regula y comienza a atacar lo que tanto necesitamos: ¡nuestra comida!
Esta pérdida de discernimiento por parte del GALT para distinguir entre amigos o enemigos puede tener consecuencias de largo alcance, que van desde sensibilidades alimentarias, fatiga y aumento de peso, hasta "brain fog", migrañas, dolores articulares etc. Este estado de inflamación crónica puede inducir el desarrollo de una amplia gama de afecciones debilitantes y degenerativas.
IgE - Reacciones alérgicas de hipersensibilidad inmediata
Los anticuerpos IgE son los jugadores principales aquí. Típicamente, las reacciones alérgicas ocurren rápidamente, de pocos minutos a unas horas después del contacto con el alimento que las incita. Las reacciones anafilácticas peligrosas e incluso mortales como las del maní o los mariscos son un ejemplo.
No IgE - Reacciones alérgicas de hipersensibilidad de inicio retartado
Estos tipos de reacciones alérgicas involucran anticuerpos distintos del lgE (es decir, IgG e IgA) y pueden formar inmunocomplejos circulantes. Muchos de los síntomas asociados con este tipo de reacciones a menudo no se reconocen por tener un componente que responde a los alimentos y, por lo tanto, posiblemente se pueden omitir o diagnosticar erróneamente. El tiempo de reacción puede variar considerablemente debido en parte a la persistencia de la reacción una vez iniciada.
Piel
Sistema digestivo
Sistema respiratorio
Cabeza y cuello
Músculos y articulaciones
General
Baja energía, irritabilidad, ansiedad, falta de sueño y retraso en el desarrollo de los niños.
La Prueba de Sensibilidad a los Amilentos puede ayudarte a descubrir qué alimentos saludables de tu dieta pueden afectar tu organismo. Con un simple análisis de sangre, puedes identificar alimentos y antígenos específicos de IgA, IgG, así como anticuerpos IgG4.